No hay mucha diferencia entre la realidad y la ficción si hablamos de amores inconfesables, de hecho muchos de los grandes clásicos reconocieron en más de una ocasión que sus personajes no eran ni más ni menos que sus amadas musas, sus amores secretos y sus pasiones prohibidas.
El famosísimo autor italiano de La Divina Comedia, Dante, ficcionó a su amor secreto a través del personaje de Beatrice que le sirvió de guía por el recorrido que describió desde el Purgatorio al Paraíso, pasando por el Infierno. Su relación jamás fue posible al ser Beatrice una mujer casada y morir prematuramente en un accidente cuando contaba tan solo con 25 años. El gran humanista y lírico Francesco Petrarca también se apuntó a esta lista de escritores y amantes secretos, su obra inspirada por una mujer llamada Laura hablaba de belleza sublime y amor añorado, pero el autor y sus rígidos principios jamás materializaron este amor adúltero. La pasión por la joven Laura nunca pereció y pasó de representar la belleza de la antigüedad, al ángel de la sabiduría y la moral cuando fatalmente murió de peste negra en 1348. Charles Dickens se pasó toda la vida enamorado de su cuñada, quien vivió hasta su muerte con el matrimonio Dickens, este amor secreto que tampoco nunca se materializó supuso para el autor varias crisis creativas que le obligaron a interrumpir su trabajo con alguna de sus obras como Oliver Twist. Dicen que tras la muerte de su amada cuñada, colocó en uno de sus dedos el anillo que ella llevaba desde niña y jamás se lo quitó, este amor acabó con su matrimonio y Charles comenzó una relación con una joven de 16 años que le recordaba mucho a ella. Por último decir que ni siquiera William Shakespeare se vió libre de este influjo amoroso; se enamoró perdidamente de una mesonera con quien mantuvo una relación ilícita al margen de su matrimonio, y con quien tuvo un hijo, William Davenant. Parece ser que los personajes de novela comparten con sus autores mucho más de lo que a priori confiesan, y es que los escritores solo sabemos escribir de aquello que nos emociona y conocemos bien. El amor es el sentimiento más real y especial que nuestro corazón guarda celoso y a la vez deseoso de pregonar a los cuatro vientos.
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
GEMMA ROMERO P.Psicóloga y Escritora. Archivos
Junio 2019
Categorías |