A pesar de las características comunes que tienen todas las obras y escritores del Romanticismo, cabe señalar un autor que puede ser considerado como precursor de dicha corriente, junto a una de sus obras que simboliza el espíritu más radical del Romanticismo. José Cadalso y sus "Noches lúgubres" destacaron en su tiempo por representar ese pensamiento rebelde y radical que una rama del Romanticismo pregonaba sin piedad; los sacrilegios, la exacerbación emocional de los sentimientos, el gusto por los lugares tétricos y macabros relacionados con la muerte... Todos ellos toman forma y sentido absoluto en la obra de Cadalso.
Las tres noches que describe el autor con un tono angustiado de ansiedad infinita, relatan un amor siniestro más allá de la muerte protagonizado por Tediato, que desea desenterrar el cadáver de su amada y morir con ella mientras el fuego devora su casa. La obra es casi en su totalidad un diálogo y un soliloquio sin indicaciones escénicas y con un lenguaje totalmente lírico. Al terminar la primera noche con una tremenda tempestad que representa la furia de la naturaleza y la pasión por el carácter salvaje de los fenómenos atmosféricos, el sacrilegio aún no se ha producido y sí una serie de acontemientos que le llevan a Tediato a ser detenido por un crimen que no ha cometido, al encontrarse en el lugar donde un hombre ha muerto. Tras presentarse el culpable del hecho frente a las autoridades, el protagonista es liberado para continuar con su siniestro plan y entrar en escena Lorenzo el sepulturero, quien sospecha que el hombre tiene intereses económicos que le mueven a desenterrar a la mujer que yace en la tumba, pero no es así, a Tedio el dinero no le importa en absoluto, las amistades le han fallado y solo desea la muerte junto a su amada. Su vida es una profunda decepción a la que solo le encuentra una salida macabra y exageradamente tétrica. La vida de Lorenzo, que encarna a la clase social baja y desamparada es muy triste, su hijo narra a Tedio las desgracias familiares a las que se ven sometidos por la enfermedad, la muerte y el hambre, y éste encuentra la única solución posible a la desgracia de ambos: que Lorenzo le ayude a desenterrarla o que mueran todos juntos para que así colaborando en su causa encuentre sentido a su vida. La obra termina sin aclarar si mueren o no, pero el valor de la misma no se encuentra en el argumento en sí, sino en la radicalidad de los actos del protagonista, recogiendo el espíritu romántico y extremista, que a su vez, y a pesar de hacerse popular entre el público, la Iglesia condenó por sacrílega y falta de moral.
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GEMMA ROMERO P.Psicóloga y Escritora. Archivos
Junio 2019
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