La sensibilidad de nuestros poetas ha reflejado siempre el estado anímico y real de una sociedad plagada de conflictos. En nuestra literatura, la guerra de 1936 supuso un antes y un después en ese arte de expresar sentimientos y "denunciar" sensibilidades. El trauma humano que debió suponer el conflicto bélico español hizo que nuestros poetas se expresaran con una fuerte sensibilidad ante los graves problemas humanos que asolaban nuestra sociedad, y todos ellos se vieron casi obligados a abandonar la estética formalista de la poesía, para centrarse en los temas populares de una manera muy elaborada y muy culta, convirtiéndose así en poetas de una minoría muy "leída". Hubo muchos representantes de este momento tan especial, pero yo sin duda me quedo con Dámaso Alonso y su libro "Hijos de la ira".
Este ejemplo sirve para entender el terrible momento por el que pasó España a través de la expresión dolorosa y torturante del poeta que se rebela contra todas la injusticias que tiene que presenciar. Su poesía es un grito desesperado y desbordado que se convierte en una oración a Dios para hablar del hombre como si fuera un mounstruo que provoca crueldad, desamor y odio. "Oh Dios, no me atormentes más, dime qué significan esos mounstruos que me rodean y este espanto íntimo que hacia tí gime en la noche. De este libro siempre me llamó la atención del uso de una adjetivación desbordada hacia el desgarro y la angustia, y de unos verbos que contribuían a poner de manifiesto ese estado desesperado del poeta madrileño. Sus versos cortos también contribuyen a dar giros violentos que subrayan esa agonía de la que hablo. Con este lenguaje directo que cultiva sobre todo el verso libre podemos entender unos sentimientos que plagaban la sociedad española durante la guerra civil, y que hoy pueden ser estudiados a modo de ejemplo de lo que se podría llegar a sentir en una situación parecida. Siempre digo que la literatura es una enorme caja de conocimiento y de historia , que a través del arte de la escritura, custodia toda la verdad del hombre. Nada como la poesía para guardar entre sus versos lo que la historia no puede narrar con toda su objetividad. Me queda decir que de Dámaso Alonso no solo nos queda su labor como poeta que denuncia las injusticias de la guerra, su faceta como crítico literario y estudioso de las obras de Góngora, San Juan de la cruz o Garcilaso abrió un camino importante para la comprensión de estos autores y de su obra literaria.
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GEMMA ROMERO P.Psicóloga y Escritora. Archivos
Junio 2019
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