¡Qué elemento tan importante! ¡Nada más y nada menos que el final de un libro! Terminar es una necesidad, una obligación y un arte especial que se oculta en el alma del artista, en este caso el escritor. El final ha de ser coherente, sorprendente, sentencioso, original, agradable o desagradable... en fin, lo importante es que parezca un final y lo haga sonoramente.
Desde mi punto de vista creo que un final agradable es una puerta abierta a la sonrisa y a la esperanza, y que uno triste, aunque sea precioso, nos encoje el alma, no olvidemos que un libro no solo se lee, un libro se siente, forma parte de una elección, de un momento de nuestra vida en el que hemos decidido leer ese y no otro título. Muchos autores conocen el final de sus libros mejor que los comienzos, es una parte a la que hay que tratar muy bien porque no deja de ser una despedida, y todas ellas, tristes o alegres, se recuerdan si son bonitas, y sobre todo, si dejan huella. No importan demasiado las palabras empleadas para terminar una historia, lo que importan es que calen en el corazón de los lectores. Nadie hubiera imaginado que Gabriel García Márquez elegiría para terminar su novela "El coronel no tiene quien le escriba" la palabra mierda, pero acabó con ella y el final le quedó redondo: "El coronel necesitó setenta y cinco años _ los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto, para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: Mierda". Clarín eligió la palabra sapo para dar carpetazo a la novela que le encumbró a la fama literaria para siempre, tampoco nadie lo hubiera podido predecir cuando comenzaba a leer una novela que más que prosa parecía pura poesía en sus comienzos: "Ana volvió a la vida rasgando las nieblas de un delirio que le causaba naúseas. Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo." Las novelas románticas sin embargo suelen tener finales evocadores que encumbran la naturaleza, la vida o la muerte, que al fin y al cabo forma parte de ella, son excesivamente románticos, valga la redundancia, pero resuenan en el corazón como una melodía compuesta solamente para sentir. Emily Bronte tiene en "Cumbres borrascosas" uno de esos finales que son dignos de derramar más de una lágrima y además alimentar a los corazones más sensibles: "Yo me detuve allí, cara al cielo sereno. Y siguiendo con los ojos el vuelo de las libélulas entre las plantas silvestres y las campanillas, y oyendo el rumor de la suave brisa entre el césped, me admiré de que alguien pudiera atribuir inquietos sueños a los que descansaban en tan quietas tumbas." Trabajar a fondo un final es desde luego una labor importante, y todo escritor que se precie le dedica el tiempo necesario para poner un buen broche de oro a su trabajo, hoy yo quiero terminar con uno de los finales que más me han gustado por su coherencia, su sentimiento y su capacidad para dejar pese a la tristeza un buen sabor de boca. "En sus últimos días prometí a Marina que, si ella no podía hacerlo, yo acabaría esta historia: Aquel libro en blanco que le regalé me ha acompañado todos estos años. Sus palabras serán las mías. No se si sabré hacer justicia a mi promesa. A veces dudo de mi memoria y me pregunto si únicamente seré capaz de recordar lo que nunca sucedió. Marina, te llevaste todas las respuestas contigo." Marina, de Carlos Ruiz Zafón.
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Cuando los escritores nos ponemos a inventar personajes, esperamos de ellos que sean sobre todas las cosas, creíbles, y para ello tratamos de dotarlos de personalidades claras y propias de personas de verdad.
Partiendo de la base de que no todos somos iguales y que cada cual tiene características únicas, vamos creando unos personajes cuyas conductas sean "reconocibles" por el lector; hacemos que den valor a las cosas, que tengan causas y razones que dispongan su personalidad, y que posean posibilidades ejecutorias para desarrollar la trama del texto. Los escritores inventamos tipologías basadas en nuestra propia experiencia, otras veces usamos arquetipos ya formados y muy reconocidos por el lector (el poderoso, el huraño, el amargado, el débil...). Después aplicamos y ponemos en juego la psicología: _Definiendo qué acciones deberá llevar a cabo el personaje. _Qué relaciones deberá mantener con otros personajes. (Definiendo así el grado de complejidad de la personalidad del personaje). -Elegiendo un nombre adecuado o definiéndolo por su actividad. (El médico, el mafioso, el mendigo). Algunos autores utilizaron la interacción personaje- poder; así Kafka llama a sus personajes el guardián, el juez etc... por su actividad, otros eligieron nombres de gran sonoridad: José Arcadio, Aureliano, Ursula... (Cien años de soledad), y en otros casos el escritor participó en la obra en dos planos, narrador y protagonista (Unamuno en "Niebla"). Lo más útil es no olvidar que tenemos que aplicar una serie de puntos básicos para que nuestros personajes estén bien dibujados: _ Crear una Psiquis al personaje. _ Pensar que la finalidad de un personaje bien construido radica en que el lector logre sentir. _ Los personajes han de ser complejos y profundos, que provoquen contrastes con su conducta entre lo que hacen y lo que piensan. (Como las personas). _Que exista una interacción clara entre lo que el personaje dice y lo que indican sus palabras (lenguaje verbal y no verbal) sin olvidar sus silencios. _Reforzar los rasgos a través del desarrollo de la acción. _ Que se conjugue el corazón con la cabeza, creando personajes capaces de conmover. Si después de tener en cuenta todo esto vuestro personaje parece "caído" de otro planeta, es que sin duda debe haber supervivientes por allá y muchos libros escritos sobre ellos mismos... Los escenarios y lugares donde se sitúa una novela son tan importantes como los propios personajes; deben ser claros, dar un sentido evocativo que plastifique la escenografía y la ubicación, y tener el número justo de detalles, siguiendo unas reglas básicas para no quedarse corto ni resultar redundante en las explicaciones. Se trata de especificar y aportar elementos de interés (clima, vegetación apariencia general), deben tener la finalidad de potenciar la trama y no hacerse por si mismos los protagonistas (sobre todo si ese no es el objetivo de la obra), deben ser relevantes, usar todos los sentidos para ser explicados y servir para integrar los distintos escenarios de la obra.
En algunas novelas, aparecen fotografías que sirven para apoyar los conceptos sugeridos por el autor con palabras, situando al lector en una imagen que constantemente es después apoyada con diversas explicaciones. Las más valoradas son aquellas llamadas "Daguerrotipos", que son el resultado del primer procedimiento fotográfico comunicado y difundido en el año 1839 por Louis Daguerre, la imagen se forma sobre una superficie de plata pulida como un espejo. Dan la sensación de imágenes antiquísimas, en blanco y negro pero de un gran valor artístico y sentimental. En Madrid se conserva uno de los más antiguos daguerrotipos en el Museo del Romanticismo, se trata de una imagen de las calles céntricas de Madrid cuando se inició la primera reforma de la Puerta del Sol allá por el año 1854, es una vista desde la calle Espoz y Mina que enfoca hacia la iglesia del Carmen. Volviendo al asunto de los escenarios, me gustaría recordar que muchas de las novelas españolas han evocado lugares concretos que hoy en día son referentes importantes gracias a ellas. La zona de Castilla la Mancha recuerda los recorridos del Quijote y actualmente existen rutas turísticas que aplican el nombre de la novela para distinguir su recorrido. El Cid y sus batallas recorrieron desde Castilla hasta León pasando por toda la Comunidad Valenciana, Camilo José Cela nos invitó a conocer el corazón de Guadalajara con su viaje a la Alcarria, y Jorge Manrrique se adentró en Ciudad Real, Cuenca, Toledo, Villamanrrique y ocaña, para llorar a su padre con sus famosas coplas de pie quebrado. Por último, recordar que también es posible inventar ciudades y lugares maravillosos donde desarrollar una fantasía conmovedora que conforme toda una novela, Clarín inventó Vetusta, una ciudad antigua a la que criticaba por su arcaicismo y cuyos detalles descriptivos recuerdan sin duda a la ciudad de Oviedo. Algunos lugares se convierten en inspiradores de escenarios de novela o simplemente son ellos mismos con un nombre inventado que maquilla de novelesca fantasía toda su historia. Este post no va dirigido a las autoras sino a las protanonistas de las novelas; personajes singulares de una gran espiritualidad que salieron de sus historias para quedarse para siempre en la memoria de sus lectores.
Son mujeres capaces de transpasar el papel y trascender a la vida real para convertirse en grandes personajes imitados, admirados, criticados, o cuya personalidad es capaz de dar nombre a objetos, actitudes, modas etc... Julieta, Madame Bovary, Beatrice Portinari, Doña Inés, Ofelia, Fortunata y Jacinta, Bernarda Alba, Ursula Iguaran, Ana Karenina, Lisbeth Salander... son por su historia o su forma de ser prototipos con el que poderse identificar, se han hecho de carne y hueso habiendo nacido en cunas de papel, para llevar una vida escrita y leída sin ninguna libertad. Hay un caso muy curioso en la literatura, y es el personaje de Rebeca de la novela del mismo nombre de Daphne Du Maurier. La autora es capaz de crear un personaje ausente del que todos los demás protagonistas de la historia hablan, pero que ninguno ve. El poder de Rebeca es tal que se convierte en la protagonista de la novela desplazando a la auténtica a un plano secundario, a pesar de su constante presencia, la sombra de Rebeca es tal que la novela lleva su nombre, y hasta la prenda que vestía la protagonista adquirió el nombre de Rebeca en homenaje al siniestro y poderoso personaje ausente. Otras mujeres han sido protagonistas verdaderas y han dejado el sello de su presencia en otros muchos campos; la moda, las aficiones, las promociones de lugares de ensueño, las leyendas... En la literatura nacional Fortunata y Jacinta se convierten en grandes personajes que encarnan a dos tipos de mujeres muy diiferentes; por un lado el temperamento y la belleza salvaje, y por el otro, la templanza, la edcucación y los buenos modales. Benavente describe una antítesis en orden a la psicología de sus dos personajes principales. Los prototipos creados por el autor reflejan mucho más que a dos mujeres; la diferencia de clases, el poder del dinero, la cultura, el analfabetismo, los matrimonios de conveniencia, las relaciones amorosas... Al final las novelas se convierten en verdaderos documentos históricos que a través de sus féminas nos muestran un país, sus costumbres, y hasta una sociedad completa. Lo más interesante es que hablemos de ellas como si de mujeres de carne y hueso se trataran, porque eso significa que el autor de la obra ha ido mucho más allá de la simple escritura y ha pasado al terreno de la creacción colocando a su personaje entre nosotros y llenándole de una vida y una luz, que seguro pervivirá a lo largo de los siglos en la literatura y en nuestras vidas. Qué maravilla eso de escribir una historia que se pueda dividir en varias partes y generar con cada una de ellas el mismo interés en el lector. Yo creo que cada entrega es aún más deseada que la anterior, el primer libro enamora y los siguientes hacen que la relación se fidelice unos cuantos años más. Los peronajes se convierten en ídolos y sus nombres saltan a la fama haciendo que sus historias se se conviertan en leyenda.
Hay muchas trilogías en nuestra literatura que han tocado el cielo del éxito, han probado las mieles del triunfo comercial y han viajado por todo el mundo en varios idiomas. Las trilogías se pueden definir como obras especiales que forman una unidad en base a una serie de elementos que las comunican de algún modo; a veces esa comunicación es la historia, otras el estilo, los personajes o algún pequeño o gran ensamblaje que las hace conectarse y crear la sensación de continuidad. Me parece bonito y complejo a la vez eso de crear historias fraccionadas que se conecten con los finos hilos de la imaginación, pero a la vez me parece sensato ampliar la vida de nuestros personajes favoritos y dotarles de capacidad de seducción, y también de historia. Las trilogías han de ser valoradas dentro de nuestra literatura como un subgénero dentro de la novela que las hace únicas ante el gran público. Recomiendo a nivel nacional las famosas trilogías de Laura gallego para niños y adolescentes: "Memorias de Idhún" y "Crónicas de la Torre" y las de Carlos Ruiz Zafón, laTrilogía de la niebla. En serie negra, la trilogía berlinesa ha sido muy reconocida junto a la figura de su protagonista, el detective Bernie Gunter para narrar las aventuras de un ex agente de la Kripo, la policía del III Reich a través de sus tres entregas: "Violetas de Marzo", "Pálido criminal" Y "Requiem alemán". La historia arranca en el Berlín de 1936 y termina en 1947 tras la derrota nazi. No hay que olvidar tampoco la famosa trilogía Milenium de Stieg Larson o la de El señor de los anillos de Tolkien. Actualmente ha tenido un gran éxito comercial Los juegos del hambre que junto a la Fundación de Asimov, Auschwitz de Primo Levi, o la Frontera de Cornac McCarthy se han coronado en el ranking de las más vendidas. Sin duda hay muchas más y la tendencia es que el número de este tipo de publicaciones suba por su gran aceptación entre el público(sobre todo juvenil), que busca afiliarse a una historia y a unos personajes que se acabarán convirtiendo en parte de su vida. La literatura busca la moda como lo hacemos todos; a menudo surgen nuevas tendencias que tratan de ampliar el mercado o simplemente sorprendernos con sus innovadoras ideas. He rescatado tres de ellas como las últimas protagonistas de un panorama narrativo y creativo que no para de crecer.
El femicrime, es una tendencia en alza en la novela policiaca, la presencia de mujeres como autoras y personajes de ficción en el género negro aumenta día a día. El cambio viene acompañado de una mayor presencia del factor humano y psicológico que acompaña al género femenino para desplazar con su presencia la fuerte dosis de detallismo macabro y un poco siniestro en el que a menudo caía el género. Los arquetipos de los antiguos detectives han pasado de moda e incluso han desaparecido, ya no gustan, los nuevos personajes aportan más matices literarios como a menudo apunta la experta en este género y profesora de la Universidad de Barcelona, Anna María Villalonga. Otra tendencia es que te lean las novelas en un vídeo; Vía Exprosa es un proyecto de lectura de cuentos de Eduardo Ramón, acompañado por locutores profesionales que se dejan todos sus recursos y experiencia profesional en amenizar las lecturas. En principio es más un experimento que un proyecto en el que se desconoce la aceptación que tendrá entre el gran público, desde luego puede llegar a convencer con una buena campaña de marketing orientada a ocasiones especiales de los lectores en cuestión. Por último, las novelas híbridas son otra vanguardia más que ha irrumpido en el panorama narrativo para defender las perspectivas oblicuas, el realismo mágico situado entre los límites de lo real y la frontera de lo fantástico tratando de mezclar géneros ya existentes y técnicas narrativas originales, donde introducir lo ensayístico dentro de lo narrativo. Juan Goytysolo podría encuadrarse en este género. La novela híbida trata de ser brumosa y difuminar las fronteras entre el personaje, el narrador, y el autor empírico incidiendo en conceptos complejos, también llamados "instancias narrativas" (fundir y confundir el discurso del autor con el del narrador). La intención de quien practica la novela híbrida es renovar el género narrativo a costa de mezclar y confundir al lector con una maraña entre trama, historia, argumento, aventura y estilo. Hay que tener en cuenta que lo complejo y lo difícil de entender acaban cansando ,y que además el lector tradicional no ha evolucionado tan deprisa como para desear sumergirse en géneros tan experimentales como éste. Después de una larga tradición de representar teatro en los corrales de comedias, todos fueron desapareciendo poco a poco y sufriendo distintas suertes, unos se transformaron y otros simplemente se eliminaron.
Su historia arranca en el siglo XVII, el Corral de Comedias de Almagro es uno de los más conocidos del mundo por seguir activo y mantenerse tal y como nació hace cuatrocientos años. En 1628 don Leonardo de Oviedo pidió permiso al Ayuntamiento para edificar el corral en el patio del mesón del Toro, e invirtió más de cinco mil ducados. Las representaciones comenzaban el Domingo de Resurrección y terminaban el miércoles de ceniza, el horario era de dos de la tarde, tres o cuatro, según la estación del año, hasta la puesta de sol, en total entre cuatro y seis horas seguidas. Los hombres y mujeres no podían estar juntos, los primeros ocupaban el patio y las segundas la grada de las cazuelas, el único sitio donde podían estar juntos era en los aposentos de los corredores. Los niños no podían entrar,y en las ciudades universitarias estaba vetada la representación entre semana con el fin de no distraer a los estudiantes. El lugar era muy poco higiénico, no existían los aseos y aunque se prohibía fumar, por el riesgo de incendio, no se cuidaban las instalaciones. Había un mantenedor del orden provisto de un garrote para las emergencias y para reducir a los exaltados, y un apretador que trataba de colocar a todo aquel que desease pasar, al no haber un foro determinado, todo el mundo tenía derecho a entrar. Los gobiernos de la Ilustración empezaron a prohibir las representaciones en estos locales, la burguesía solicitaba espacios cómodos donde ver teatro, y se empezaron a construir lugares que acogían espectáculos metateatrales como la ópera que requerían tratamientos acústicos específicos y sobre todo espacios cerrados que controlaran el sonido. A finales del siglo se decretó la prohibición de representar teatro en estos lugares y por ejemplo el Corral del Príncipe se convirtió en el Teatro Español de Madrid, y el Corral de Comedias de Almagro se siguió utilizando como lo que siempre fue, una simple posada. La literatura dramática fue siempre diferente a las otras manifestaciones literarias, y como tal tiene su propia historia; es una literatura para ser representada, y solo a través de los actores adquiere el valor que subyace en ella. El espacio dramático, el escénico, el tiempo externo e interno de la obra y su apariencia de espontaneidad, son sus verdaderas señas de identidad, que junto al apoyo de elementos paralingüísticos caracterizan definitivamente este peculiar género. Lo escrito escrito queda, decían los antiguos, y no les faltaba razón, el poder de las palabras escritas sobre un papel se intensifica el doble que con las habladas, al parecer hay quienes desean polemizar con sus obras, mientras otros se ofenden con ellas. No importa que los textos expresen fantasías o realidades, lo que importa es que osen entrar en temas escabrosos, fundamentales para alguna comunidad, o hirientes si su contenido enaltece o humilla lo que no debe.
A lo largo de toda nuestra historia hemos asistido a muchos de estos momentos, en algunas ocasiones el agravio ha sido grande y en otras no tanto, pero novela, autor y perjudicado han saltado a la fama de la polémica literaria y han conseguido varias páginas en la prensa. En mi opinión, y por diversas causas, siempre me han llamado la atención dos novelas que con su historia presentan unos contenidos altamente peligrosos en lo referente a moral y a religión, no olvidemos que ambos puntos son los pilares que sostienen muchas conciencias en el mundo, y deben ser respetados para no generar conflictos. Vladimir Nabokov y su "Lolita" han sabido escandalizar al mundo por su contenido pedófilo que además se suaviza retratando al profesor Humbert, protagonista de la novela, como una persona frágil, humana, llena de remordimientos y buenas intenciones cuyo crimen parece no entender y justificar a lo largo de toda la historia. Un amor desmesurado sin límites y apoyado tan solo por el tierno recuerdo de un amor de adolescencia que no pudo ser. La figura de autoridad que representa un profesor se contradice con sus deseos y sentimientos que a la vista y juicio del mundo deben ser considerados inmorales, prohibidos y criminales. Mientras tanto Lolita quema su infancia entre juegos prohibidos y semiconsentidos en la frontera con una adolescencia prematura acompañada de la soledad que la situación familiar le ha originado. El tema de la pedrastia es sumamente delicado y doloroso para muchas personas, y en este libro es tratado con una óptica muy peculiar; no hay violencia implícita y los acontecimientos trascurren con una suavidad que resulta casi inconcebible. Por otro lado, en 1988 se publicó en el Reino Unido un libro que provocó una inmensa polémica. Salman Rushdie sacó a la luz sus "Versos satánicos" que provocaron un gran colflicto con el mundo musulmán, se mandaron quemar cientos de ejemplares en países árabes y en 1989 el ayatolá Jomeini proclamó una fetua por la que se ejecutaría a cualquier persona que tuviese algo que ver con la publicación del citado libro. En Irán llegaron a ofrecer una recompensa que hoy en día sigue en pie y ha ido aumentando de valor por la vida del escritor, quien tuvo que ser protegido por el gobierno británico. Las cosas no mejoraron cuando a Rushdie se le nombró caballero en Inglaterra por el conjunto de toda su obra literaria, lo cual aumentó las iras de los musulmanes que no entendieron la postura de los ingleses y que trasladaron en general al mundo occidental. El escritor indú nacionalizado británico tuvo que estar vigilado y custodiado las 24 horas del día, su libro levantó más que ampollas por la historia que relacionaba a través de dos personajes, que encarnaban la figura del Arcángel Gabriel y de Satanás, a un imán o lider religioso musulmán que a su vez se convertía en una especie de pesadilla que manipulaba al Arcángel. La obra, compleja en su contenido hace referencias al Corán y por todo ello se ha ganado la situación que a día de hoy sigue vigente con el mundo árabe. Antes de escribir una historia, es importante pensar a quién o a quienes se puede ofender con ella para evitar conflictos, es verdad que la libertad para crear debe primar por encima de todo, pero con ciertos elementos delicados se pueden generar graves conflictos. Los autores que se deciden a hacerlo me parecen valientes e imprudentes a la vez, y me resulta inconcebible separar ambos valores para vivir tranquilo y hacer con la literatura un camino sin espinas lleno de creatividad y cultura. Sin embargo sé que hay opiniones y aptitudes para todo, y supongo que la variedad literaria en todas sus facetas enriquece la cultura de un modo insospechable, por ello, asumir las consecuencias de la palabra escrita es otro camino para expresarse libremente y dejar que la creatividad vuele tan alto que no conozca fronteras, países, religiones, culturas o vetos de ningún tipo. Hay infinidad de obras literarias que han sido llevadas a la gran pantalla con mayor o menor acierto; esta práctica tiene una larguísima tradición que ha tenido que lidiar a menudo con la eterna polémica de la lucha de la superficialidad de las imágenes con la complegidad del texto literario. Han sido muy famosas algunas de estas discrepancias, supongo que no siempre resulta fácil para el autor del libro, aceptar su idea versionada bajo un prisma óptico que no es exactamente el suyo. Arturo Pérez Reverte no quedó muy satisfecho con la adaptación al cine de su novela "La tabla de flandes", Antonio Gala mostró cierto descontento con la versión que Vicente Aranda hizo de "La pasión turca" y Javier de Marías terminó en los tribunales con Elías Querejeta a causa de la obra "Todas las almas a Gracia".
Por otro lado existen versiones muy exitosas y reconocidas que en el cine han sabido mostrar la grandeza tanto del texto que sujetaba la historia como de las imágenes creadas a su costa, desde Bram Stocker hasta Tolstoi pasando por Victor Hugo son buenos ejemplos de ello. Hay una gran lista de clásicos nacionales e internacionales que se han acercado al gran público sirviéndose del cine que ha sabido llegar a un espectador menos aficionado a la lectura . Obras de grandes dimensiones, complejas por su contenido, trama y variedad de personajes son grandes conocidas gracias en parte a la gran pantalla. Graham Greene, escritor y crítico cinematográfico decía que el impacto del cine sobre su manera de escribir povenía de las mismas películas, más que de las críticas que él mismo hizo de ellas. Prueba de ello está la película "El tercer hombre" protagonizada por Orson Wells, y que como él mismo explica fue una obra para ser vista y no para ser leída, aclarando que nunca pretendió ser otra cosa que una película. En España nuestros grandes autores han visto pasar por la gran pantalla muchas de sus obras que a su vez han resultado ser producciones de gran valor cultural por el buen trabajo de adaptación que lograron; "La colmena", "La Regenta", "Los santos inocentes", La familia de Pascual Duarte"... En mi opinión, adaptar una obra a guión cinematográfico no deja de ser un trabajo arduo y complejo que exige mucha técnica y capacidad de proyección. Para un autor, adaptar es como desglosar y descomponer en mil pedazos su historia, eliminando esa magia de la literatura que debe rescatar el séptimo arte y darle la forma que las palabras consiguen hacer a través de la pluma del escritor. ¿Fácil? ¿Difícil? A mí me resulta complejo, otra forma de escribir y de ver la realidad, pero no por ello menos digna. Un buen guión de cine es una joya que puede llegar a encumbrar una obra, a dar fama al autor, al director de la película y a los actores que la protagonizan, es como un gran pastel del que todos pueden comer y quedar satisfechos. Para terminar, apoyar la idea que muchos comparten y que también es muy cierta: Una película tiende a ser reconocida como arte sirviéndose del toque intelectual que le proporciona la literatura. La censura en la literatura ha sido y será un elemento a considerar siempre que una obra sale al mercado. Hoy en día es difícil prohibir sin más una publicación, pero existen recovecos legales para conseguirlo, y si aún así no es posible lograrlo, la acción de los medios de información y las sombras que, ocultas bajo la transparente capa de la que se viste la Democracia, ejercen su poder, lo pueden lograr.
Los motivos suelen ser siempre los mismos: razones políticas, religiosas, o la publicidad de algún asunto, que a un personaje importante le resulta incómodo para su vida y la salvaguarda de la imagen que a diario ofrece al mundo. Hay muchas obras que han sufrido el yugo de la censura a lo largo de la historia; por ejemplo El diario de Ana Frank que fue censurado en muchas escuelas por considerar que los hechos narrados por la protagonista como veraces no lo eran del todo, la historia de esta niña judía en la época de los nazis despertó muchos sentimientos y reacciones que al parecer no gustaron demasiado. Alicia en el país de las maravillas fue censurado en China porque Levwis Carroll dotó de cualidades humanas a los animalitos que junto a Alicia recorrían su mundo de fantasía. El origen de las especies de Darwin que explicaba con todo lujo de detalles la teoría de la evolución y la selección natural, se prohibió en la antigua Yugoslavia, Grecia y Reino Unido por motivos religiosos. La novela de George Orwel que creó la figura del gran hermano todopoderoso, que puede verlo y oírlo todo, y que dió origen al polémico concurso de televisión, fue censurado también por incluír entre sus páginas sexo esplícito y considerarse de ideas procomunistas. Matar a un ruiseñor de Harper Lee fue igualmente censurada por motivos racistas y por incluír el relato explícito de una violación. La escritora se defendió de tales acusaciones alegando que su libro era una crítica y una denuncia a hechos reales que cada día se sucedían a su alrededor, pero de nada le sirvió para entrar en la lista de los libros polémicos y prohibidos. El autor del libro infantil ¿Dónde está Wally? no corrió mejor suerte, su obra catalogada como infantil trata de que los niños encuentren a Wally, un personaje simpático de rasgos amables, de entre un grupo de personas que muestran distintas actitudes. Eso fue lo que creó el problema, lo que hacían las personas que rodeaban a wally (por ejemplo top less), algunas bibliotecas de Nueva York prohibieron el libro y no lo dejaron formar parte de la colección que se ofrecía al público. Más recientemente, el famoso novelista Dan Brown también generó cierta polémica entre el colectivo religioso y más concretamente entre los poderes vaticanos, por centrar sus historias en temas religiosos que hablaban de Jesús y de su relación con María Magdalena, las intrigas de la curia, los secretos de la religión católica y un sin fin de elementos que resultaron ciertamente incómodos a los representantes de la Iglesia en Roma. A pesar de ello, las prohibiciones se redujeron a no permitir grabaciones de la película en la que está basada el libro en La ciudad del Vaticano y a la desaprobación de su contenido. En algunas ocasiones, estas críticas solo sirven para dar más publicidad al libro y generar más expectativas por conocer su contenido, así que en estos casos la censura se convierte a su pesar, en pura propaganda de su obra maldita. La verdad es que los gustos, las opiniones y las sensibilidades son tan variadas y numerosas, como grande es el número de personas que comparten con ellos este mundo. Todas las opiniones son válidas y todas caben en el, lo importante es no creerse que la propia es la única y sobre todo la mejor. |
GEMMA ROMERO P.Psicóloga y Escritora. Archivos
Junio 2019
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