Cada cierto tiempo, nos encontramos en los escaparates de las grandes librerías o en los centros comerciales unos maravillosos libros de cubiertas escandalosamente atractivas que nos llaman la atención. Sus autores son muy reconocidos y casi todo el mundo lleva un ejemplar en el metro o en el autobús. Está mal visto no haberlos leído y desde luego siempre nos incomoda tener que poner esa cara de pocker que se nos queda cuando alguien nos habla de el como si fuese un delito desconocer lo que se encierra entre sus páginas. ¿Qué hacemos entonces?... ¿Lo compramos aunque no nos guste el tema del que trata y nos lo "tragamos" como si fuera una obligación? No por favor, no lo hagamos nunca más. Elegir un libro es como elegir unas vacaciones, vamos a viajar entre sus páginas un montón de días y para colmo va a ser nuestro para siempre lo vamos a pagar. De nosotros depende que en nuestra estantería del salón brille como un bonito recuerdo o nos produzca un gesto de pesadumbre cada vez que nuestra vista se posa en el.
Siempre digo que no hay que esforzarse en complacer a los demás, es importante saber decir que no y tener opinión, nuestros gustos serán la mejor guía para señalarnos el camino. ¡Feliz búsqueda!
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GEMMA ROMERO P.Psicóloga y Escritora. Archivos
Junio 2019
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