Si crees de verdad en tu obra es porque muy posiblemente merece la pena que sea leída. Detrás la publicación de una gran novela suele haber miles de anécdotas sobre el trabajo que costó publicarla, sin embargo siempre me ha resultado curiosa la historia de Gabriel García Márquez y sus "Cien años de soledad".
Esta novela pasó por varias tesituras que parecían hacer imposible su publicación. En primer lugar la mecanógrafa de G. Márquez tuvo un percance con buena parte de ella, se le cayeron un montón de hojas al suelo, mojado por la lluvia, y el autor tuvo que reescribir una parte importante de la misma. Por otro lado las dificultades económicas del escritor le jugaron una mala pasada ya que el envío del paquete de la obra desde México, donde residía, hasta Buenos Aires costaba más de lo que había previsto, y se vió obligado a mandar una sola parte de la novela. La desdicha no acabó aquí, al hacerlo se equivocó de parte y envió la última en vez de la primera donde se planteaba la trama y se presentaban los personajes. Aún así su editor, Paco Porrúa se interesó tanto en la obra que envió dinero a García Márquez para que le enviara el resto. Hoy "Cien años de Soledad" forma parte de la literatura universal con un reconocimiento absoluto por su gran valor literario. Como veís las dificultades en este mundo no son más que anécdotas que no nos deben hacer tirar la toalla jamás, ojalá muchas novelas de autores nóveles tengan la misma fortuna que tuvo en 1966 Gabriel García Márquez con su obra maestra.
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GEMMA ROMERO P.Psicóloga y Escritora. Archivos
Junio 2019
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