¡Qué maravillosa inquietud! Buscar ante todo el arte, y hacerlo a través de las palabras. Adiós al realismo y a sus excesos, al naturalismo privado de formas perfectas, y a todo lo que no aporte claridad y equilibrio. ¡Qué corriente literaria tan maravillosa! Todo un verdadero movimiento poético al servicio de la estética más bella.
Leoconte de Lisle fue su máximo representante, un gran poeta muy admirado por Rubén Darío. El Parnasianismo nació en París y junto a el, y podría decirse que en rebeldía a este, nació el Simbolismo, quizás para matizar la formalidad y la frialdad del primero, y aportar la musicalidad y la utilización del verso libre. A Ambas corrientes hay que agradecer que influyeran poderosamente en la aparición del Modernismo con el que llegaría la figura de Rubén Darío. Me quedo con una anécdota de aquellos tiempos; sucedió tras la publicación del libro "Azul" de Rubén Darío; Este envió un ejemplar a un importante escritor y crítico literario llamado Juan Valera, quien le contestó con una carta que desde entonces figura como pórtico del libro; en ella decía entre otras cosas: "Veo, pues, que no hay autor en castellano más francés que usted, y lo digo para afirmar un hecho sin elogio y sin censura. En todo caso más bien lo digo como elogio... ...En el libro hay Cuentos en prosa y seis composiciones en verso. En los cuentos y en las poesías todo está cincelado, burilado, hecho para que dure, con primor y esmero, como pudiera haberlo hecho Flaubert, o el parnasiano más atildado. Y, sin embargo, no se nota el esfuerzo ni el trabajo de la lima, ni la fatiga del rebuscador; todo parece espontáneo y fácil.... ...Si me preguntase qué enseña su libro de usted y de qué trata, respondería yo sin vacilar: no enseña nada, y trata de nada y de todo. Es obra de artista, obra de pasatiempo, de mera imaginación. ¿Qué enseña o de qué tratan un dije, un camafeo, un esmalte, una pintura o una linda copa esculpida." Rubén Darío logró enamorar con su poesía, consiguió revolucionar las formas y la expresión poética, y dotó a sus temas de sensualidad y ritmo. Lo musical y lo visual se aunaron para siempre en la poética rubeniana junto a su tendencia por tratar a fondo los temas exóticos. Animo a los amantes de la poesía en su estado más puro a releer a Rubén Darío, y a los más curiosos a conocer el contenido completo de la carta de Juan Valera que contiene el libro "Azul" del poeta Nicaraguense. ¡¡Buena lectura!!
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GEMMA ROMERO P.Psicóloga y Escritora. Archivos
Junio 2019
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